La fortaleza se
encuentra situada en pleno casco urbano de Mazarrón, sobre un pequeño
cerro que se eleva unos 30 metros de altura sobre el terreno
circundante. Por su enclave, domina perfectamente el casco antiguo de la
actual villa. La función residencial que también tuvo el castillo
condicionó la elección del lugar donde se construyó, precisamente
controlando a la población y las explotaciones mineras circundantes.
El contorno de sus imponentes ruinas,
recientemente rehabilitadas, es fácilmente accesible desde algunas de
las calles que rodean a la fortaleza. Tradicionalmente se ha llegado
hasta sus mismos pies desde el extremo meridional de la plaza del
Ayuntamiento, lugar en el que está ubicada la iglesia de San Antonio,
donde se toma dirección noroeste por las calles Ana Moreno y Santa Rita,
lo que nos situará frente a su fachada septentrional. Allí se pueden
contemplar los muros de una interesante fortificación en la que se
entremezclan defensa y apariencia.
Construida a finales del siglo XV, el
edificio está ligado a la familia que patrimonializó el Adelantamiento
Mayor del Reino de Murcia -los Fajardo-, que posteriormente fueron
nombrados marqueses de Los Vélez. Este linaje y el de los Pacheco
fueron, por concesión regia y desde 1463, propietarios de las minas de
alumbre existentes en el lugar, un mordiente textil muy apreciado en la
época. Por desgracia, la fortificación fue en buena parte destruida
entre los años finales del siglo XIX y los comienzos del XX, cuando se
abrió la boca de una mina en el mismo interior.